INFLUENCIA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOBRE LA SOCIEDAD – PARTE 6

INFLUENCIA DE INTERNET EN LOS ADOLESCENTES

El uso de Internet puede ser altamente adictivo, mantiene al adolescente hasta seis horas frente a la pantalla. El chat permite mantener el contacto con otras personas en otros lugares, ayudando al adolescente a superar los momentos de soledad que el provocan sus cambios físicos y emocionales.

En la actualidad se investiga el uso de los videojuegos online tanto en la infancia como en la adolescencia. Los adolescentes prefieren los videojuegos a la televisión puesto que son ellos los que deciden que ver y cuando, mientras que la televisión se lo impide. Por ello, estos nuevos medios generan una mayor sensación de “poder”.

Además los adolescentes frente a los videojuegos quieren superarse, aprenden los trucos, y a resolver problemas buscando soluciones inteligentes.

Internet posibilita a los jóvenes escapar de las malas experiencias cotidianas enseñando a los jóvenes a evadirse de los problemas en vez de solucionarlos.

Los jóvenes en el chat quieren comunicaciones cortas con su propia ortografía, buscan una charla tradicional pero como si no tuviesen tiempo para ello. Lo que se escribe casi no se piensa, conversando con la mayor cantidad de personas al mismo tiempo.

Se debe de potenciar en los adolescentes la comunicación cara a cara precisamente en este momento en el que las habilidades sociales no están totalmente formadas o adquiridas. Para el aprendizaje de los valores se hace necesario un clima de afecto, aceptación, compresión y acogida que envuelva la relación padre-hijo y esto es mas fácil encontrarlo en la familia.

No obstante, algunos riesgos y problemas que se expone el adolescente en Internet pueden ser: fácil acceso a áreas no apropiadas, información en línea que fomenta el odio, la violencia y la pornografía, proporcionar información personal, excesivo tiempo de uso…

Podemos considerar que un adolescente tiene adicción a Internet cuando de manera habitual es incapaz de controlar el tiempo que está conectado, dejando de lado las obligaciones familiares, sociales y académicas/profesionales.